Un año en Reno

En este diario iremos compartiendo algunas de las experiencias -espero que la mayoría de ellas agradables- durante los diez meses de estancia, día más día menos, como William A. Douglass Distinguished Scholar en el Center for Basque Studies de la Universidad de Nevada, Reno.

domingo, 12 de diciembre de 2010

La última cena

El jueves día 9 tenía mi regreso por vacaciones a Europa. Bueno, no sólo por vacaciones, dado que esta semana que comienza estamos organizando un seminario en Vitoria, los días 16 y 17 de diciembre, y he tenido que venir para colaborar en los últimos toques de organización (del resto se han encargado Alberto, Jon Ander y Anabel).
El día previo a mi partida, miércoles 8, tuvimos una cena sorpresa en casa. Fue algo inesperado, que se fue fraguando por la tarde en el CBS. Comenzó con una promesa por parte de uno de los dos candidatos a mejor cocinero vasco de Reno (Xabier, el otro es Iban en reñida competición): esa noche íbamos a cenar tortilla de patatas en casa. De hecho cuando fui al mediodía a hacer las compras de los últimos encargos llegados desde el otro lado del océano, incluí en la lista una docena de huevos, ingrediente necesario para el plan.
Pero como he dicho, la cosa se fue ampliando y al final nos juntamos doce personas a cenar (siete adultos y cinco niños), lo que visto el tamaño de mi casa, parece casi imposible pero lo conseguimos.



Desde luego el protagonista de la jornada fue el gran chef Xabier (acompañado del excelente pintxe de cocina, también Xabier). Aquí están ambos en la tarea.
El resultado fueron dos suculentas tortillas (con cebolla), una más sin cebolla para agradar a otros paladares, con un acompañamiento de carne con tomate, muchas palomitas, cervezas y coca-colas, zumos para los no alcohólicos, y de postre, helado de car<melo.


La cosa se alargó hasta altas horas de la madrugada -según los estándares americanos, lo que viene a ser las diez y media de la noche-. A mi regreso, más y mejor.

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