Pues no, estaba equivocado. Lo aprendí los primeros días en clase, dado que las aulas dan a un lado del edificio que linda con una vía férrea, un tren que cruza al lado mismo del edificio de Arsenal One hacia Alabama. Son los trenes cruzando la ciudad los que hacen un ruido ensordecedor con su sirena. A medio día o a las 4 de la mañana.
Y sí, como han visto, por medio de la ciudad. Porque la calle 9 es, además de una calle normal por donde pasan habitualmente los coches, una vía por la que circulan los trenes, sin otra separación de coches y peatones. De hecho, uno no se fija en los raíles cuando pasa por allí en un momento en el que no hay trenes cruzando.
Aquí he sacado una secuencia del cruce de uno de esos trenes, cuando me hallaba en mi despacho, y me lancé cámara en ristre a inmortalizar el evento.
Era todo un espectáculo ver acercarse el convoy, mientras los coches le dejaban paso y se paraban en los cruces para permitir el paso del tren. Hasta que abandonó la calle, la ciudad y el estado bordeando la facultad. Y seguramente, provocando que el colega que estuviera en ese instante impartiendo clase aprovechara para hacer una momentánea pausa, siempre bienvenida.
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