Un año en Reno

En este diario iremos compartiendo algunas de las experiencias -espero que la mayoría de ellas agradables- durante los diez meses de estancia, día más día menos, como William A. Douglass Distinguished Scholar en el Center for Basque Studies de la Universidad de Nevada, Reno.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Meeting after meeting

Ayer me las prometía muy felices con la perspectiva de acabar mi periplo administrativo del cierre de mi estancia en la Universidad. Y hoy mes las prometía aún mejor, cuando para las 11 y media ya había conseguido completar todas las clearance signatures, de los responsables de los diferentes departamentos: biblioteca, grados, compras, incluso de la policía -no es broma-.
Pero hete aquí que cuando llego a la facultad, con intención de imprimir unos papeles y, sobre todo, planificar dos o tres días de turismo por el Deep South, se me aparece Amanda en el despacho. Motivo: convocarme a un meeting.
Ya se lo imaginan, estamos a fin de curso y, como es típico en el ambiente universitario, es tiempo de reuniones, comisiones, tribunales y demás asuntos administrativos que consumen tiempo y ganas. De hecho, había conseguido escaquearme de la reunión convocada por Gary, el director, y que acabó durando cuatro horas; más que nada, porque era una reunión para planificar el curso que viene, y yo no estaré entonces aquí. Iba a decir "por desgracia"; y sí, algo de pena ya me da.
Así que: reunión a las 5:30. "Te paso a recoger a las 5". Allí estaba como un clavo. La reunión no era en Arsenal One, sino en la casa de otro profesor. Es su jardín trasero, para más explicación. No solo de nuestro departamento, sino de otros departamentos, entre ellos también gente que había conocido en las cenas de extranjeros.
En fin, que solo puedo decir que intenté estar a la altura de las circustancias, integrarme en el grupo, y contribuir con mi participación al buen fin del objetivo de la reunión. Sirva la foto que aquí pongo, sacada por David, para dar fe el empeño que puse.
PD. Debo aclarar, en honor a la verdad, que yo no fui el único responsable de los despojos que se observan en la mesa. Fue, como he dicho, un empeño colectivo. En total, tres caceroladas de cangrejos al estilo New Orleans, junto con corn on the cob, mushrooms, sweet potatoes y patatas asadas de las normales.



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