Un año en Reno

En este diario iremos compartiendo algunas de las experiencias -espero que la mayoría de ellas agradables- durante los diez meses de estancia, día más día menos, como William A. Douglass Distinguished Scholar en el Center for Basque Studies de la Universidad de Nevada, Reno.

sábado, 10 de mayo de 2014

Riverfest

No, desde luego no se han tomado mucha imaginación a la hora de poner nombre a la multitudinaria fiesta que ha tenido lugar este fin de semana, aquí al lado, entre mi casa, la universidad y la ribera del río. No sé si el nombre con referencias muniquesas ha sido intencionado o no, me temo que sí. En todo caso, la denominación escondía detrás de sí una conjunción de celebraciones diferentes que, por esas casualidades, se concentraban en estos dos días. Y la alcaldesa de Columbus, que ha visto la jugada, y más en esta época de elecciones en la que se juega el puesto, se ha puesto las pilas y ha unificado todos los actos bajo un único y sonoro paraguas.
¿Y qué es lo que se celebraba? Bueno, pues aparte del habitual mercado sabatino de las mañanas en Broadway, que semana a semana, con la llegada del buen tiempo, está teniendo más participación de vendedores y clientes, este fin de semana se había programado: el décimo aniversario de la construcción del paseo junto al río; la anual feria de los boy scouts de la zona (con participación de grupos de Georgia y Alabama en cincuenta millas a la redonda); la segunda edición de los dragon boat races, junto a Port Columbus; y finalmente, que es fin de semana y los bares y restaurantes de la zona quieren atraer público. Así que aquí me han tenido todo el sábado pendiente de los diversos actos.
El primero, en el tiempo, ha sido la feria de los boy scouts. Eso sí, bien americana, con sus uniformes (aquí siguen respondiendo visualmente, a diferencia de entre nosotros, a aquella famosa descripción de los "tontos vestidos de niños"). Y con la abrumadora presencia de los patrocinadores comerciales, comenzando por la gigantesca botella de Coca Cola que compartía con la imagen de un boy scout la entrada al recinto.

Dentro, la cosa era ya más típica. Casi casi parecía un Gorka Deuna de los tradicionales. Cada uno de los grupos había instalado su espacio, en el que se ofrecía una actividad. Se podían construir maquetas de cohetes -que luego se lanzaban al cielo con aire comprimido-, concursos de canastas, de lanzamiento de tomahawk, de pista americana, de nudos y construcciones, de decoración de bastones de madera. De todo un poco.
El segundo capítulo se hallaba un poco más adelante, pasando la facultad de Historia. Al lado mismo de donde habitualmente pasaba la semana dando clases, ahora había una multitud de gente congregada viendo la evolución de los "dragon boats". No menos de treinta tripulaciones, con sus botes, han participado a lo largo del día en una serie de eliminatorias hasta decidir la ganadora de este año. No, la CSU no ha ganado.




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