Un año en Reno

En este diario iremos compartiendo algunas de las experiencias -espero que la mayoría de ellas agradables- durante los diez meses de estancia, día más día menos, como William A. Douglass Distinguished Scholar en el Center for Basque Studies de la Universidad de Nevada, Reno.

martes, 25 de enero de 2011

UCLA


¿Alguien podría decir en qué país está tomada esta fotografía? No, no es Italia ni Francia, a pesar del arbolado mediterráneo y la torre de iglesia vagamente románica que aparece al fondo. Está tomade en medio de la ciudad de Los Ángeles, en un oasis junto a la montaña llamado... la universidad. Es el campus de la reconocida y famosa UCLA.
La universidad impresiona por varios motivos. Primero: para llegar hay que cruzar el único barrio de Los Ángeles, que yo conozca, en el que no existen las aceras: Beverly Hills, la residencia preferida de las estrellas. ¿Para qué aceras, si todo se hace en coche? Curiosamente, lo circula de parte a parte un autobús urbano, el 302, que por lo que pude deducir es el que lleva al servicio doméstico, así como a aquellos alumnos de la UCLA que, o bien no tienen mucho dinero, o no tienen carnet de conducir. Que no son muchos, la verdad.
Cuando se dice que los campus universitarios americanos son ciudades en sí mismas, ciudades dentro de las ciudades, no se exagera. La UCLA tiene una extensión aproximada, por lo que pude comprobar tras cruzarla a pie de parte a parte, lo que me llevó cerca de 25 minutos, como los cascos urbanos de Portugalete y Santuce juntos. Pero, eso sí, con una arquitectura -y sobre todo un paisaje- totalmente diferente: edificios de todo tipo, universitarios, de servicios, bibliotecas y laboratorios, rodeados de paseos, parques y zonas boscosas. Y por las calles, en camisetas y shorts (28 grados centígrados a fines de enero...), miles de alumnos -y alumnas, que diría un conocido político vasco-.



De hecho, la "iglesia" que os mostré al principio, no era otra cosa que el edificio de la facultad de leyes, como podéis comprobar aquí. Un lugar de lujo, para estudiar o para otras cosas, porque -como en mis viejos tiempos de estudiante en Vitoria- había muchos alumnos tumbados al sol en las praderas, usando los libros y apuntes para el noble uso de almohada. Se calcula que la población fija de la UCLA -alumnos que viven en sus residencias- ronda las 15.000 personas. Con su correspondiente necesidad de servicios.


No sólo alumnos y profesores... UCLA tiene otros habitantes, quizá más graciosos. Aunque éste en concreto no quiso entablar mucha amistad conmigo.

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