Un año en Reno

En este diario iremos compartiendo algunas de las experiencias -espero que la mayoría de ellas agradables- durante los diez meses de estancia, día más día menos, como William A. Douglass Distinguished Scholar en el Center for Basque Studies de la Universidad de Nevada, Reno.

jueves, 24 de febrero de 2011

Santa Barbara

Ayer día 22 salí de viaje desde la heladora Reno hacia el sur de California. Esta vez me he venido en avión; con las nevadas del fin de semana pasado, no estaba la cosa como para arriesgarse a venir en coche. Sobre todo a cruzar el Donner Pass, ese formidable puerto de montaña que nos separa de Auburn y Sacramento, al otro lado de las Rocosas.
Además había otras razones para no venir por carretera. Aprovechando el viaje me quedaré un par de días en Los Angeles, siguiendo con mi investigación sobre los vascos en el cine, y dando una charla en el Basque Club de Chino. Luego, tres días de locura aérea: de Los Ángeles a Reno el día 27, de Reno a San Francisco y luego a Munich el día 28, y de Munich a Bilbao el 1 de marzo...
El vuelo fue largo pero interesante, porque no hubo unan nube en todo el viaje y pude apreciar todo el paisaje. Cruzamos por encima del Mono Lake, Yosemite (el Gran Capitan es impresionante incluso desde el aire), Visalia, el parque Sequoia, y el valle de San Fernando antes de tomar la entrada para la pista del aeropuerto de Los Angeles.

Luego, el segundo vuelo a Santa Barbara se fue en un suspiro. La distancia entre ambas ciudades es de apenas 130 millas, distancia que se cubre en veinte minutos. Primero ascendimos camino hacia el océano, con una vista de la montana de Hollywood al fondo, y seguimos la costa hacia el norte, hasta llegar al aeropuerto municipal de Santa Barbara.

Por cierto que lo de aeropuerto municipal cuadra mucho con la imagen de las instalaciones. La terminal es un edificio de estilo colonial español, vagamente inspirado en las misiones del siglo XVIII, con un edificio central que de lejos parecería una iglesia.
No sé si es porque estaba en obras, pero la llegada al aeropuerto recuerda más a una terminal de autobuses que a un aeropuerto. Como en los viejos tiempos de Sondika, una vez bajado del aeropuerto hay que recorrer la pista a pie hasta la salida donde está la nave de la recogida de equipajes. Dotada con las instalaciones más modernas... (p.d.: la niña no vino entre el equipaje)

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