Un año en Reno

En este diario iremos compartiendo algunas de las experiencias -espero que la mayoría de ellas agradables- durante los diez meses de estancia, día más día menos, como William A. Douglass Distinguished Scholar en el Center for Basque Studies de la Universidad de Nevada, Reno.

jueves, 27 de marzo de 2014

Los vascos me persiguen (II)

Hoy por la mañana me he levantado un poco tarde. Mi clase comienza a las 12:30 así que me lo he tomado con calma, después de haber finalizado ayer una maratoniana sesión de justificaciones económicas del proyecto, y haber dejado la parte final en manos de Alberto y Jon Ander. Así que para desayunar, me he permitido un lujo y me he ido al Fountain City Cafe. Ya dije que no es el que más me gusta, pero es el único abierto a hora temprana, y bueno, el café es bastante bueno, realmente. Y de paso me he dado el lujazo de hacer como en casa, y me he comprado el periódico local de la región de Columbus, el Ledger-Enquirer; con el atractivo añadido del precio (75 centavos, ya podrían aprender los periódicos de allí) y del modo de compra, con esos expositores automáticos que hasta ahora solo conocíamos por las películas, y que no sé por qué me hace una ilusión terrible usarlo. No tengo una foto aquí pero sabréis a qué me refiero:

En fin, que me dispuse a tomar el White Chocolate Cafe -mi preferido en el FCC, medium, eso sí, cinco dólares la broma, pero me permite tener bebida toda la mañana. Y nada más abrir el periódico, veo esta noticia: "Oscar winner speaks at CSU". En la foto se anuncia la visita de Marlee Matlin, anunciada como "la única actric sorda que ha ganado un óscar". Bueno, abro la noticia para apuntarme cuándo será y, para mi desgracia, fue ayer. Malditas justificaciones financieras. Al menos os puedo mostrar esta foto robada del periódico, y en el que aparece la actriz junto con el presidente de la CSU (el equivalente a rector), a quien conocí el primer día de mi estancia aquí.

Pero hete aquí que una frase captura rápidamente mi atención. El acto al que acudía la actriz era una entrega de becas y premios a estudiantes de la CSU, y en la relación de premiados, la primera referencia que aparecía rezaba así:

"• CSU Goizueta Foundation Scholarship: Erika Galdamez"

¡Oh, Dios mío! Vuelvo a encontrarme con los vascos. Porque no es que solamente que la beca la otorgue una fundación con nombre tan euskaldún como Goizueta. Es que además el apellido de la beneficiada, Galdamez (léase Galdames) es, como bien sabemos, un valle muy cercano a Bilbao, al otro lado de los montes de La Arboleda, así según se mira. Y para rematar lo de Erika, con "k" de aurresku, borroka y kukuxumuxu. ¿Sería todo una inmensa casualidad? ¿O es que hay aquí alguien que se ha adelantado a los de Etxepare y está promoviendo becas para una población vasca de Georgia de la que hasta el presente nada sabíamos?

La respuesta, como siempre, vino gracias a "san" Google. La fundación Goizueta, efectivamente, existe y tiene un programa de apoyo a estudiantes inmigrantes. Porque el creador de dicha fundación no es otro que Roberto C. Goizueta (la C viene de Críspulo, por cierto), un inmigrante cubano que llegó a los Estados Unidos y acabó de CEO -jefe entre los jefes- ¡nada menos que de Coca Cola! Nacido en La Habana en 1931, vino a los EEUU a estudiar y acabaría haciendo toda su vida y carrera aquí. Y es por esto que tras su fallecimiento en 1997 su fundación se ha dedicado a apoyar a jóvenes con su misma experiencia. Tomo prestada su foto de Wikipedia, con su permiso.
Y lo de Goizueta... pues sí, es vasco. No él, sino toda su familia. Su biografía señala que -copio del inglés- "was born into a prominent family in Havana, Cuba. He was the only son of Críspulo and Aída Goizueta. His grandparents on both sides of his family had emigrated from the Basque Country to Cuba in the late 19th century. His mother's father, Marcelo Cantera, owned a profitable portion of a local sugar mill. His father, Crispulo, was an architect and a real estate investor who inherited Cantera's sugar interests".
Es decir, el típico ejemplo de familia inmigrante, con proceso de endogamia en la primera generación, exitosa en los negocios, metida en el negocio azucarero que tantos réditos daba. Seguro que Jon Ander o Juan Bosco pueden localizar fácilmente a los Goizueta en sus trabajos sobre los vascos en Cuba. Por si acaso, adjunto una propuesta de bibliografía inicial para tan interesante tema. ¿Se animaría alguien a un proyecto que fuera: "Cerveza y Coca Cola. Más allá del mito del vasco pelotari en el Sureste de los EEUU"?
Queda por aclarar la segunda parte del enigma, esa Erika Galdames que, así a simple vista, podríamos suponer como jugadora del equipo femenino del Athletic, miembro de IA o habitual de la cafetería en la Facultad en Vitoria. Pero me temo que en este caso sí que será una pura casualidad.

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