Saludos desde Columbus, Georgia, donde voy a experimentar por segunda vez la vida en los Estados Unidos. Inicié ese blog por mi estancia como Visiting Scholar en la Universidad de Nevada. De aquel año quedan aquí algunas experiencias, las más de ellas divertidas. Ahora toca contar los sucedidos en el otro extremo de este extenso país, como Visiting Scholar in Latin American Studies en la Columbus State University. Welcome to the South!
Un año en Reno
En este diario iremos compartiendo algunas de las experiencias -espero que la mayoría de ellas agradables- durante los diez meses de estancia, día más día menos, como William A. Douglass Distinguished Scholar en el Center for Basque Studies de la Universidad de Nevada, Reno.
viernes, 29 de octubre de 2010
Lombard Street
Lombard Street atesora tres records en San Francisco. En primer lugar, tiene el tramo de calle más pendiente de la ciudad, tan pendiente que los coches no podían circular por ella, por lo que se inventaron un recorrido en zig-zag que se ha hecho famoso. En segundo lugar, es la calle con más tráfico en la ciudad, ya que todos los días son caravanas de coches las que se agolpan a la entrada para experimentar la experiencia de bajar por ella. Y en tercer lugar, es sin duda el lugar más fotografiado de la ciudad, ya que tanto en los coches como en las aceras, hay siempre decenas de personas sacando fotos.
Yo mismo saqué mi primera foto de Lombard St. desde Coit Tower. Es quizá el único lugar desde el que se aprecia cómo es en realidad el lugar. Lombard St. es lo que se ve en el centro de la imagen, encima del árbol. Lo siento, no tenía teleobjetivo.
Primero nos acercamos en nuestro paseo por la ciudad, como unos peatones cualquiera -eso sí, tras haber subido hasta Russian Hills desde el puerto, cuatro tramos de manzana, cada uno de ellos cinco veces la cuesta de San Roque en Portugalete, y endiabladamente más empinada-. Desde allí bajamos andando el tramo en zig-zag de Lombard, como unos turistas cualquiera, tomando imágenes del entorno y de los arriesgados conductores que se lanzaban cuesta abajo.
¿Qué os voy a decir? Que no es lo mismo bajar andando que hacer el recorrido en coche, y que nos dieron un poco de envidia, así que ni cortos ni perezosos nos volvimos al hotel para regresar motorizados y hacer el recorrido en cuatro ruedas. Y grabamos toda la secuencia para la posteridad.
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